martes, 3 de noviembre de 2009

Jones, Moon: El mundo de la Luna

Gerty, el robot que se expresa con emoticones.

La ciencia ficción, en sus mejores versiones, es una de las formas más imaginativas de revisar algunos problemas típicamente humanos. District 9 puede verse como una nueva discusión sobre los límites biológicos para determinar qué es lo que nos constituye como humanos. Moon es la primera película de Duncan Jones, el hijo de David Bowie (así que sí, "Space Oddity" es la elección para acompañar la lectura ). En al menos una lectura, se alinea con esa vieja discusión, pero resiste varios otros niveles. La trama es, dentro de todo, simple, y si no quieres saber de ella, pasa de largo, porque de aquí en adelante está lleno de spoilers.

Sam Bell (ese gran actor que es Sam Rockwell) es un trabajador de la firma Lunar Industries. Ella cosecha energía desde el lado oscuro de la Luna, que luego envía a la Tierra y que ha solucionado de manera efectiva los problemas energéticos de nuestro planeta. Sam vive en la base lunar Selene, donde Gerty (un robot con la voz de Kevin Spacey) le ayuda en sus tareas. Con un contrato por tres años, Sam está cerca de cumplir el plazo. Sin embargo, manifiesta síntomas de fatiga y tiene alucinaciones, que terminan haciéndolo perder el control del vehículo lunar, estrellándose contra la cosechadora (una máquina gigante que recolecta la energía de la superficie lunar). Sam pierde el conocimiento, y despierta en la base, donde Gerty lo examina para chequear si existe daño neurológico. Sam se muestra un tanto suspicaz de las medidas que la base terrestre toma para su protección, y decide finalmente engañar a Gerty para que le permita examinar el casco exterior de la base. Es la excusa para volver al sitio del accidente, donde descubre que el cuerpo del conductor, Sam, todavía está ahí. Sam descubre así a alguien que, en sus propias palabras, es muy parecido a él.

Hasta aquí, el primer tercio de la película recopila alguno de los tópicos paranoides de los dramas psicológicos: la ascendente inquietud acerca de la salud mental propia, la influencia de ambientes cerrados y altamente controlados sobre las personas, las alucinaciones como elementos desequilibradores del género (¿estrés o terror paranormal?). Pero desde que Sam se entera de la presencia de otro Sam, sabemos que las cosas van por un carril distinto, y que lo que está en juego no es un estudio de carácter (y esto no es desmerecer el trabajo de Rockwell).

Sam es Sam es Sam es Sam.

Algunos espectadores han argumentado que es incorrecto hablar de Sam-1 y Sam-2 para referirse a las dos personas que interpreta Sam Rockwell (véase el FAQ 1.2 de IMDb, donde la sugerencia es hablar de Sam-dañado y Sam-enojado). A poco andar del segundo tercio, los personajes intentan explicar su situación mediante el proceso de clonaje, reclamando para sí, cada uno, el carácter de "muestra original" (algo sugerido por el nombre "Sam Bell", similar a "Sample"). El error que se produce al hablar de Sam-1, Sam-2...Sam-n, es que nunca vemos a Sam-1, el Sam original. Y muy probablemente, cuando comenzamos a darnos cuenta del período de tiempo involucrado desde el comienzo de la operación lunar, entre el Sam original y el último...ha habido más de uno. La indagación en la individualidad de la personalidad es el eje a contar de ese momento de la película, y es bastante interesante constatar cómo los Sams que vemos en pantalla son muy diferentes.

Honestamente, lo que pensé cuando vi despertar por primera vez a Sam-enojado es que lo habían clonado inmediatamente después que Sam-dañado sufrió su accidente, implantándole sus recuerdos. Si era así, me pareció, el problema ético era menor: Sam sobrevive a través de varios cuerpos similares al suyo. De ahí que la sugerencia de no hablar de Sams-numerados me parecía correcta, pero por razones distintas: no debemos numerar a los Sams porque ninguno de ellos es un Sam, sino que todos juntos lo son. Sam-enojado es un momento temporal de Sam, del que Sam-dañado es otro. (Es lo que se conoce en la discusiones de la identidad personal como "perdurantismo".) Esa idea, que quizá hasta se podría sostener colmando los vacíos de información que tiene la película, es sin embargo poco plausible, porque cuando Sam descubre que debajo de la base hay un nido de Sams conservados en estado vegetativo, sabemos que sí hay problemas morales en lo que Lunar Industries hace. Señalo solo dos:

(1) Lunar almacena personas a las que "activa" cada vez que otra cumple su ciclo de tres años, que es el período por el cual el cuerpo resiste antes de comenzar a manifestar un deterioro que los conduce a la muerte. ¿Está moralmente permitido suspender la conciencia de una persona? Digo personas en el entendido que cada uno de los Sams suspendidos poseen ciertas características diferentes que inciden en la personalidad que, una vez activados, desarollan. En caso contrario, serían instancias distintas de la misma persona, cuestión que la película parece negar.

(2) ¿Qué ocurre con los Sams dañados? En un momento de la película, Gerty explica a Sam que el proceso de clonación no es perfecto, y que algunas veces los Sams despiertan con daños. ¿Qué se hace con esas personas? La película no elabora esa parte, pero es de suponer que son desechadas.

Hay varios otros aspectos dignos de mención, en particular la inversión del tópico del robot malvado, tan común desde 2001: una odisea al espacio. De hecho, Gerty es el foco de otro problema, a saber si debemos tratarlo como un agente moral, en particular por el tipo de actitudes que manifiesta para con Sam. Con una atmosférica música de Clint Mansell (Requiem for a Dream), sorprende que una película de tan solo 90 minutos con un solo actor en pantalla nos haga dudar del número de personas que realmente vimos durante su duración.

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